Es entrar en el mundo del emprendimiento social y encontrar un montón de ideas nuevas aunque la mayoría son reinventadas.
Me encanta este concepto de reinventarse. Quizás porque en la vida para seguir no hay que parar de hacerlo. O quizás porque para mi, reinventare me ha salvado de muchos golpes.
Esta semana he tenido la oportunidad de conocer una Asociación que se está forjandoen Sevilla, se llama AOFI @AsociacionAOFI y trata de ayudar a adolescentes que han sufrido acoso escolar. Pretenden abrir un Centro para, en horario de tarde, para tratar este problema.
A mi me parece una idea fantástica, ademas innovadora, porque tienen un foque distinto de tratamiento en cuanto a estos temas. Intenté ayudarle en lo más básico, mobiliario, ideas de locales y oficinas... y también en darle varios consejos, algunos seguramente no valdrán para nada pero, es que es todo tan difícil.
Lo primero que tiene que saber un emprendedor/a es que en la mayoría de ocasiones habrá gente que dirá que no es una buena idea de negocio.
Desgasta mucho la no respuesta de otras instituciones o la respuesta negativa. En mi caso nadie nos ha abierto las puertas. Hoy mismo la Universidad Pablo de Olavide nos ha denegado unos Cursos de Verano por, según ellos no tener calidad, que no se como saben que no tenemos calidad si lo único que hemos presentado ha sido una programación y un presupuesto (por cierto ahorrándole dinero a la Universidad). A parte de esto, es que ya teníamos a siete personas interesadas.
Ya les avisé a mis compañeros que la Universidad ayudar, ayuda poco. A nosotros no nos han dado ni siquiera la posibilidad de dar una charla a los alumnos.
¿Quien decide la calidad, la innovación y demás?
El Colegio de Trabajo Social es otra institución que nos está costando horrores que podamos dar alguna charla, o participar en alguna actividad no como colegiada sino como entidad. Supongo que estarán muy liados...
Aun así la perseverancia es una de nuestras virtudes. No tenemos inconveniente en seguir mandado correos, llamando, contactando con los responsables, y sino lo colgamos en Twitter que es un arma de conocimiento masivo, y cuando dices que tal no te ha dejado hacer alguna actividad y comienzan con los retuits, ya es otra cosa, contactan contigo rápidamente.
Y es que lo más importante de este post y que creo que todo emprendedor/a debe conocer es que tendremos que llamar a cien puertas para que nos se nos abra una.
Todo es a base de mucha constancia, esfuerzo y dedicación. Horas y horas delante del ordenador, leyendo, aprendiendo, conociendo a otros en nuestras mismas circunstancias y seguir, seguir y seguir.
Pero repito ¿Quién decide la calidad, la innovación y demás? Pues nosotros mismos, que somos los que tenemos que creer en nuestra idea, potenciarla, sacarle el máximo partido, disfrutarla, reinventarla.... Crece con ella como profesional y como persona. Lo demás ya vendrá.
Que al fin y al cabo en todas estas instituciones el "postureo" es bastante grande, y si no te conocen dales tiempo para que lo hagan...
Animo y el que necesite ayuda que contacte con nosotros. Jamás le cerraremos la puerta a una buena idea....
jueves, 26 de marzo de 2015
domingo, 8 de marzo de 2015
DE CÓMO ABANDONAR UN MÁSTER EN INVESTIGACIÓN SOCIAL PARA TENER QUE TRABAJAR EN UN McDONALD´S
Hoy no tengo nada nuevo que decir, os voy a dejar con las palabras de Juan Alberto Guirao García, Graduado en Trabajo Social, de Murcia y con un sueño sin poder realizar, estudiar un Máster en Métodos y Técnicas de Investigación aplicadas al Trabajo Social.
Él le manda una carta a nuestro querido ministro WERT, hoy lo hago publico aquí para que pueda llegar a más personas.
Él le manda una carta a nuestro querido ministro WERT, hoy lo hago publico aquí para que pueda llegar a más personas.
Me
llamo Juan Alberto Guirao García, tengo 24 años y he tenido que abandonar mis
estudios a mitad de curso por no poder pagarlos tras quedarme sin beca, para
ponerme a trabajar en un McDonald´s.
Con
estas palabras quiero dirigirme a los que dijeron que no recortarían en
educación, a los que se aprovechan de la universidad y la quieren convertir en
un negocio, y en concreto, al querido señor ministro de Educación, Cultura y Deporte
y al presidente del Gobierno de España.
Todo
empezó un 18 de septiembre. Recién terminada la universidad y con mi título de
Graduado en Trabajo Social por la Universidad de Murcia, llegué a Madrid, con una
pequeña maleta cargada de ilusión,
oportunidades y muchas de ganas de comenzar un nuevo proyecto: hacer un
máster en Métodos y Técnicas de Investigación aplicadas al Trabajo Social en la
Universidad Complutense de Madrid. Pero me vine con la cartera casi vacía.
La
situación era complicada, llegaba a una nueva ciudad, una
nueva universidad, un motón de trabajo por delante y
la inseguridad de saber cómo iba a poder gestionar los costes que todo esto suponía: pagar un
alquiler en Madrid, el transporte, mantenerme, y lo más caro, la matrícula del máster, que no es precisamente barata.
Tenía
la esperanza de que no saliera mal, siempre he cumplido con los requisitos para
tener derecho a beca, los cuales cada año que pasaba eran más restrictivos y
dificultaban su acceso: disminuía el umbral de renta y aumentaban las
condiciones académicos. Aún así, terminé la carrera con buena nota, y
obviamente la situación económica en mi casa seguía igual de mal (si no peor)
que años anteriores. Por ello, creía que con un poco de suerte podría volver a ser beneficiario de la beca y continuar mi formación
con un máster. Un máster que sólo
se encuentra en la Universidad Complutense de Madrid y que respondía
perfectamente a mis expectativas profesionales, tanto de formación como de
interés personal: la investigación social y su intervención.
Pues
así lo hice. Llegué a Madrid en septiembre y me instalé. Tirando de mis pocos
ahorros y con la ayuda que mis padres me podían ir dando, fui aguantando los primeros cinco meses en Madrid mientras esperaba que la beca me
fuera concedida. Pero eso nunca
llegó a suceder. Recuerdo perfectamente como el día de noche buena, el
24 de diciembre, estando precisamente en la biblioteca estudiando para los
exámenes de enero, fue
cuando recibí la notificación de la resolución por correo electrónico. La abrí,
la leí, y recogí mis libros. Esa fue la última vez que toqué mis apuntes del
máster.
Lo
primero que pensé fue que sería un error de gestión, era prácticamente imposible,
siempre había sido beneficiario de la beca y no entendía por qué este año no.
La única solución que tenía era poner una reclamación, ¿pero cuál era el
problema? el plazo de reclamaciones comenzaba el día en que se recibe la
notificación y finaliza en los 15 días siguientes, justo en los cuales están de
vacaciones por Navidad y por tanto la oficina de la universidad cerrada, ¡qué
casualidad!¡recibo la notificación con la beca denegada justo el día noche
buena y con un plazo de reclamación casi imposible de tramitar!
¿Y
cuál fue el motivo por el que me denegaron la beca? Al parecer al Ministerio de
Educación le ha pareció que este año soy rico, y
yo sin saberlo. Rico por 250 euros que mi familia ha superado en el umbral de
patrimonio y por lo que automáticamente me dejan sin derecho a beca. Rico,
aunque en los ingresos de mi familia falten aún unos 3.000 euros para
alcanzar el máximo del umbral de renta que exigen desde el ministerio. Y ese es
el motivo, aún cumpliendo
los requisitos académicos y no superando el límite de renta a falta de 3.000 euros, este último año
me han denegado la beca por superar en 250 euros ese umbral de patrimonio. Y no
sé qué pensará Wert, pero con esos 250 euros no pago ni el alquiler de un mes
en Madrid, por no hablar de los 8.000
euros que cuesta la matrícula del máster.
Mucho
dinero invertido en estos 5 meses para terminar abandonado mis estudios, o
mejor dicho, para que me dejen sin la oportunidad de poder continuar mi
formación. La alternativa que me ha quedado ha sido la de ponerme a buscar un
trabajo, que tampoco es algo que haya sido fácil, y he tenido la suerte de
poder empezar a trabajar en un restaurante de comida rápida, aunque ese no era
precisamente mi sueño cuándo llegué a Madrid, y aun así, doy gracias por poder
trabajar ahí.
Aquí
se demuestra la igualdad de oportunidades, la "educación pública para
todos" y los "no recortes en educación" que prometían y a la que
nos están sometiendo. Vine a Madrid para continuar mi formación universitaria y
he acabado trabajando en un McDonald´s por culpa de una política que
lo único que hace es aumentar las desigualdades sociales, las diferencias entre
ricos y pobres, desfavoreciendo a los segundos y permitiendo estudiar solo a los más ricos. Me
he quedado sin la posibilidad de hacer un máster porque no puedo pagarlo, y como
yo, miles de alumnos. Y encima ahora tienen la cara de volver a querer cambiar
el plan de estudios y obligar a realizar un máster, un máster que como ya he
explicado, no podemos pagar. Así que, señor Ministro de Educación, Cultura y
Deporte y señor Presidente del Gobierno, aquí tenéis un ejemplo de lo que
estáis haciendo, seguro que a vosotros no os importa mucho lo que pueda decir
porque vuestros hijos no tendrán ese problema, pero ésta es la situación a la que se enfrentan
miles de jóvenes españoles, espero que os inspire un poco para vuestras
próximas decisiones.
Atentamente,
un ex alumno.
Juan
Alberto Guirao García
No tengo nada mas que añadir. Eso si, DIFUNDE.
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