Se define la
resiliencia como la capacidad para afrontar la adversidad y lograr
adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo.
Ser resiliente no significa no sentir malestar, o dolor
emocional significa sobreponerse a esos sucesos y adaptarse bien a lo largo del
tiempo.
Hasta hace poco años, el termino resiliencia era desconocido para los docentes, investigadores y
trabajadores del ámbito social. Sin embargo su significado es un recurso que
cada persona, en menor o mayor medida, “usa” para salir adelante, superar obstáculos.
El concepto de resiliencia no es exclusivo de ninguna
ciencia o disciplina. Para
Richardson (1990), son muchas las disciplinas que añaden
comprensión a la naturaleza de la resiliencia (filosofía, psicología, medicina
oriental, neurociencias…) considerándola una metateoría que puede atraer a las
profesiones de ayuda.
¿Pero como podemos encuadrar la resiliencia y el trabajo social?
Para contestar a esta pregunta nos iremos a la misión que
según la FITS tiene el trabajo social que
es que todas las personas desarrollen plenamente sus potencialidades y
enriquezcan sus vidas, así como la prevención de las disfunciones. Por ello los
trabajadores sociales son considerados agentes de cambio tanto en la sociedad,
como en las vidas de las personas, familias y comunidades con las que trabajan.
¿Pero qué hay que tener en cuenta para intervenir?
- Prevenir los riesgos: los riesgos
son una realidad, a la cual podemos todos estar expuestos. Es el papel de
las acciones de información, de sensibilización, de desarrollo de competencias para
reconocer una situación de riesgo y protegerse.
- No hay invulnerabilidad: ningún programade
prevención, ninguna política social llegará a suprimir los riesgos y las
amenazas.
- No hay fatalidad: no hay
determinismo absoluto. Frente a situaciones aparentemente sin esperanza,
es muchas veces posible encontrar, construir un camino de resiliencia. Las
acciones de prevención deben apuntar a favorecer, en el niño, las
competencias que le permitirán desarrollar una resiliencia.
- Cambiar de mirada. Tener una
mirada positiva sobre las personas y sus capacidades. Esto implica por
ejemplo incluir sistemáticamente en la anamnesis las preguntas sobre los
aspectos positivos del desarrollo y la salud (Michaud).
- Favorecer la resiliencia de una persona cercana. La resiliencia se construye gracias a un vínculo fuerte con una persona, con apoyo de un amigo, de un familiar, de una red de conocidos. Todos podemos tomar este papel frente un amigo, un niño, un conocido en dificultad.
Las prácticas profesionales en Trabajo Socialestán requiriendo progresivamente la incorporación de
nuevos enfoques teóricos que permitan a los profesionales y equipos identificar
y activar las capacidades y los recursos internos y externos de los clientes
para, colaborando con ellos, hacer frente a sus necesidades, conflictosy
demandas.
La Resiliencia en la disciplina del Trabajo Social es un
campo inmenso por descubrir y adaptar al día a día de cada trabajador/a.
Libros que puedes consultar:
- EL PODER DE LA RESILIENCIA: COMO LOGRAR EL EQUILIBRIO, LA SEGURID AD Y LA FUERZA INTERIOR NECESARIOS PARA VIVIR EN PAZ Autores: R. BROOKS; S. GOLDSTEIN.
- RESILIENCIA:
ESA POSICION SUBJETIVA ANTE LA ADVERSIDAD Autor: A. ROZENFIELD.
Bibliografía. Para saber más.
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